Resurgió, de las cenizas, mi confianza.
Encontré un libro escrito en el mismo baúl que antes no supo ofrecerme nada.
Hasta ayer estaba repleto de libros vacíos. Hojas en blanco que sólo transmitían desconfianza.
(como duele esa maldita)
Este libro, oculto, sumiso, perspicaz, inmerso en un riachuelo de hipocrecías baratas, me enseñó y aún lo sigue haciendo.
¡Cuanto me gusta aprender!
Me ofrece sus luces, su sabiduría, su bondad.
Me envuelven sus palabras y veo en ellas una pizca de credulidad.
"primeramente me impresionó su belleza, luego su ser. En sus palabras descubrí que esconde un dulce interior..."
Saqué el libro. Cerré el baúl. Locked.
También existieron otros libros que desbordaban, como la creciente, palabras similares. Los leí, los admiré, se transformaron, los tiré.
Así es mi confianza ahora... nula. Sin embargo, soy prisionera de mis palabras y hoy quiero descubrir a este libro, muestra confianza.
Y me arriesgo a que mis sentidos, otra vez, se equivoquen.