viernes, 2 de noviembre de 2007

world bus

Por supuesto, nada es gratis en esta vida. Hay que pagar hasta para disgustarse. Es un viaje, por un camino, lleno de gente, gente insatisfecha. Gente apurada, cansada, asustada, criando malvas antes de tiempo.
Es subir al infierno. No es paradoja, es infierno.
El saber que estoy limitada a hacerlo me congoja y me aborrece. Limitada por incompleta.
Primero hay que esperar, padeciendo. Luego se padece netamente. Una butaca, toda una gloria. Butacas vagas, casi escabeles de tan maltratados y tristes. Las butacas de los micros sufren ultrajes. Y no es suficiente tanta vanidad que hasta el más mínimo roce llena el contexto de rencores y enemistades. Como si esto fuera pequeñez de niño malcriado, se condensa un aura de pestilencias. Totalmente incomparable, arduamente insoportable.
Me urge la necesidad de contar las mal vivencias de tan infame invento.

2 comentarios:

Cuentacuentos dijo...

rosar con ese es peor que rozar con c

Anónimo dijo...

Bueno sobre este cuento ya hemos hablado un poco, es un tanto facho, pero es una opinion,creo ¿no vas a salir con un arma y hacer un desastre en cada micro no?
Igual los micros hoy en dia son una cagada, pero no por no conseguir un asiento, sino porque es una gran empresa cuyo unico proposito es llenarse de dinero, sin tener en cuenta a quienes les proporcionamos ese dinero... pero bue, para cambiar eso hay que dejar de vivir en este asqueroso capitalismo donde pocos se enriquecen mientras muchos empobrecen, te propongo que cambiemos eso... a lo mejor te parezco un soñador,
pero no soy el unico,
espero que algun dia te sumes a nosotros,
y que el mundo sea como uno.
John Lennon jajaja
Besitoooooo

Sigo