No hablo del lugar y no recuerdo fechas. Hablo del instante en que fuimos complemento...
Explotás en tu isla multitudinaria, llena de nada. Exploto en mi isla vacía, llena de tan poco. La consecuencia de la explosión nos convirtió en isla universal. Magnitud infinita, como tu ambición.
Hablo de amor y de rencor. Y ambos son amantes. Hablo de uno y me pierdo, me adentro en un todo y no sé como llamarlo. No puedo expresarme, pero amo y odio.
Miro la forma en que te invoco, y me aborrezco. Veo que hay en mí una gota de sufrimiento. Lo siento, es un río. ¿Será que perdí el control en mi total cordura?. ¿O será que la locura tiene margen de error?
Ahora estoy en mi isla, llena de menos. Ahora voy a ordenar mi locura, porque quiero seguir amando y odiando. Voy a buscar un lugar, en lo universal, en lo infinito, que me permita ser más que nada.
Estoy en el intento incansable de evaporar un río con mi boca.